REÎNTRUPARE/REINCORPORACIÓN/REINCORPORACIÓ (trad. al catalán por Pere Bessó
REÎNTRUPAREDimineață, în zori, ești trezit,tragi peste tine plapuma aruncată noaptea ca o haină netrebuincioasă.
Reintrarea în trup se petrece încetsau poate că rapid, depinde de impactulce-l ai cu ramurile tremurătoare de afară.
Privești, te joci pe recife de nori,cu razele rare ale soarelui, răzlețitede praful zburător al bemolilor.
Verbele vii zboară și ele în jur,ies din casa hieratică împreună cu tine,odată cu părinții care pleacă la prașă.
Pășești pe cărări obscure, umede,calci pe ciulini ascunși printre ierburipână ți se tumefiază talpa piciorului.
Durere și drum, pași repeziți, urmati de respirația ritmică provocată de munci,mâini de fata morgana ce trebăluiesc.
De aici încolo începe orbirea solară,până vine ora prânzului luat cu părințiiîn câmp, la umbra unei boare de vânt.
Ieșirea din trup se face la fel,întors pe aceleași cărări cunoscute,ferite de sori, când îmbraci haina nopții.
Atunci afunzi trupul între perine,proptindu-ți fruntea fragilă de înalturiși aștepând să intre altă ființă.
REINCORPORACIÓN
De madrugada, al alba, eres despertadoy pones sobre ti la manta tiradadurante la noche como un vestido innecesario.
El proceso de la reincorporación es lentoo puede ser rápido, depende del impactocon las ramas tembladoras de fuera.
Miras, juegas sobre los arrecifes de nubes,con los rayos del sol, apresuradospor el polvo volador de los bemoles.
Los verbos vivos vuelan y ellos alrededor,salen de la casa estática junto a ti,con tus padres que se van a azadonar.
Caminas por senderos oscuros, húmedos,pisas sobre espinas escondidas entre las hierbashasta que se te hinchan las plantas de los pies.
Dolor y camino, pasos rápidos, seguidospor la respiración provocada por las labores,manos de fata morgana que trabajan.
Desde aquí empieza el deslumbramiento del sol,hasta que viene el almuerzo junto a tus padresen el campo, a la sombra de una brisa.
La salida del cuerpo se hace como siempre,de vuelta por los senderos conocidos,cuando te pones el vestido de la noche.
Entonces sumerges tu cuerpo entre las mantas,apoyando la frágil frente en el alto del cieloy esperando que entre otro ente.
REINCORPORACIÓ De matinada, a trenc d’alba, ets despertat, estens damunt de tu el cobertor fet a una banda a la nit com una roba innecessària. La reentrada al cos s’esdevé lenta o potser apressada, depén de l’impacte que tingues amb les branques tremoloses de fora. Mires, t’enjogasses en un escull de núvols amb els raigs rars del sol, esbargits per la pols voladora dels bemols. Els verbs vius s’envolen i ixen al voltant de la casa hieràtica junt a tu, una volta amb els pares que marxen a eixarcolar. Passes per senderes obscures, humides, calcigues cards amagats entre les herbes fins que se t’entumeixen les plantes dels peus. Dolor i sendera, passos repetits, seguits de respiració rítmica provocada per la feina, mans de fata morgana que treballen. D’ací cap allà comença la ceguesa solar, fins que arriba l’hora del dinar compartit amb els pares en el camp, a l’ombra d’una brisa de vent. L’eixida del cos es fa de manera semblant, de retorn per les mateixes senderes conegudes, a l’abric del sol, quan et poses la roba de nit. Llavors enfonses el cos entre els coixins, recolzant la front fràgil per les altures i esperant que una altra criatura hi entre.
*Querido Andrei: Cada lengua tiene su ‘último poeta del campo’, como se le llamó a Sergei Esenin, por ejemplo, el deshuesado marido de la Isadora Duncan, tan casquivana como hermosa y dotada para la danza. Pues bien, quien quiera que busque coordenadas donde situar las líneas motrices de tu poética, convendrá conmigo que, además de los poemas reflexivos, mentalistas cuasi filosóficos y de fondo transcendente, además de aquéllos que resultan juguetones, irónicos o bien cargados de humor en su amplia variedad de registros, hay en tu escritura una tendencia recurrente al acerbo de alma campesina, dicho sea con todos los respetos, que anida en ti. Eso permite que incidamos cuantas veces sea preciso en la ligazón de la virtud esencial, la plenitud, si se quiere, con la comunión de Natura. El resto es ya incidental y menor, salvadas las distancias del recurso a las palabras henchidas, grosso modo. Dormir, pues, o despertar, volver a la consciencia o regresar al sueño reparador, vale todo signo de transcendencia, tal cual la lírica medieval europea situaba en el ‘acordar’ o ‘recordar’ del cuerpo, del seso, del ánima. Vale, sí, pero mucho menos que el mundo de los afectos desplegados a la hora del reencuentro con la casa patriarcal en medio de la Naturaleza
Sursa
2012-07-27 19:32:00